Me pregunto ,cómo sería mi vida, si no hubiera intentado buscar nuevos horizontes?. La guerra dejó dolor y miseria, pero también fue un motivo para arriesgar en busca de un mejor futuro por amor a los hijos. En aquellos momentos de incognitas sobre nuestro futuro,dejé lo que amaba como trabajo,estar en una cabina de radio hablando de deportes en la YSAX La Voz Panamericana y tomamos la Ticabus con mi pequeña familia hacia Guatemala y luego hacia el Distrito Federal. Sólo un loco tuvo el valor de salir hacia lo disconocido con un hijo de 6 meses de nacido.
No borro de mi mente la amabilidad de los Mexicanos en Xochimilco donde vivimos 6 meses en espera de la aceptación como inmigrantes en Canadá. Trabajé duro haciendo trabajos que nunca pensé hacer en mi vida,como ayudante de carpintero. Pero con ese dinero lograba comprar comida y pagar un humilde cuarto que compartia con mi bebé y mi mujer. Les juro que antes de trabajar cada mañana el frio de octubre y noviembre me calaba hasta los huesos. No tenia tv ni un pequeño radio,pero Dios veía nuestro esfuerzo y nunca nos abandonó. En una ocasión me robarón $100 que me mandó uno de mis hermanos,fue en el autobús unos tipos que lucian de traje. Nuestros 3 pasaportes fueron robados mientras nos tomabamos un refresco en la estación de metro Tasqueña. El Salir de tu pais te ayuda a madurar y te das cuenta que todo cuesta en la vida. Siempre hay gente correcta y gente que no vale la pena.
Hay un dicho que dice,"después de la tempestad viene la calma". El dia que fuimos aceptados como nuevos inmigrantes por Canadá la felicidad se veía en nuestros ojos. Esa felicidad fue mayor cuando el avión aterrizó en el aeropuerto Mirabel en suelo Canadiense. Aprender el francés fue parte de nuestra adaptación para poder trabajar. Mas tarde mi hijo que llegó de 1 año conoció a sus 2 hermanos y ahora los 3 reconocen el esfuerzo de sus padres por darles educación y buenos modales. Un abrazo a todos.
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